El PP criticó virulentamente subir la edad de jubilación a 67 años y el cómputo de salario a 20; ahora prepara alargar más la edad de jubilación y subir el cómputo a 40 años trabajados para cobrar la pensión máxima Mayo de 2010, el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero anuncia en el Congreso de los Diputados una batería de medidas anti crisis para evitar el rescate de España. Entre ellas el aumento de la edad de jubilación a los 67 años y elevar el cómputo de años para calcular la pensión de los 15 a los 20 últimos años trabajados. El Partido Popular vota en contra y se erige en el “partido de los trabajadores”, en palabras de la secretaria general del PP Dolores de Cospedal. El Partido Popular sabía que era necesario reformar el sistema de pensiones en España por dos razones básicas: el aumento de la esperanza de vida y la caída de la natalidad. El cuadro demográfico viene avisando desde hace años que para garantizar la pervivencia del sistema público de pensiones había que hacer cambios. Al Partido Popular y a Rajoy los datos y evitar el rescate no les importaban en absoluto, su objetivo era hacer caer al Gobierno y llegar a La Moncloa. Basta recordar la frase de Cristóbl Montoro a la portavoz de Coalición Canaria, Ana Oramas: “Deja que caiga España que ya la levantaremos nosotros”. Pues bien, un año y cuatro meses después de llegar a La Moncloa, Rajoy prepara una reforma de las pensiones que convierte en una caricia la que hizo el Gobierno socialista. Ya se sabe, para Rajoy incumplir su programa electoral es una obligación. La que se viene encima Demagogia y mentira Rajoy ha cerrado su primer año de Gobierno con déficit del 10,6% (ayuda financiera incluida) mientras que Zapatero lo dejó en el 9,3% (ayuda financiera incluida). Rajoy ha recortado el Presupuesto en 65.000 millones, Zapatero en 15.000. Rajoy ha recortado en sanidad y educación mientras Zapatero no tocó ninguna de las dos áreas. A Rajoy no le cuadran las cuentas y, si no es esta semana será otra cualquiera, el Gobierno del PP tendrá que seguir incumpliendo machaconamente sus promesas y compromisos electorales. Es lo que tiene mentir a sabiendas para ganar unas elecciones. |